La Catedral de Nuestra Señora de la Paz que desde su diseño con seguridad se inspiró en las líneas naturales y curvas de la selva, sus innumerables ríos sobre todo del imponente Río Amazonas, ha marcado un hito arquitectónico desde que se colocó su primera piedra en 1934 y se culminó su construcción en julio de 1936 frente al Parque Santander, un particular, apacible y verde espacio público de Leticia. El proyecto fue realizado por el Arquitecto italiano y hermano coadjutor salesiano Giovanni Buscaglione.Presenta en su acceso principal y gran parte de su blanca fachada formas de grandes arcos apuntados u ojivales. Su entrada principal forma una alta y corta bóveda de cañón apuntada en una estructura laminar de concreto armado.
Su campanario central en forma de paralelepípedo de 33 metros de altura remata en un bello y moderno módulo de una bóveda de crucería que cubre y protege de las inclemencias del clima amazónico el más alto mirador de la ciudad al cual se accede después de subir 82 peldaños y que permite apreciar parte de la espesa selva amazónica, el caudaloso Río Amazonas, la frontera fluvial entre Colombia, Brasil y Perú y el espectáculo de los pequeños y bulliciosos loritos que llegan en bandada a los árboles del parque todos los días a las cinco de la tarde a descansar y cuyo fondo por lo general es un colorido y maravilloso atardecer que hipnotiza tanto que a invita a quedarse un poco más tiempo de la hora de cierre para esperar a que la noche llegue desde las alturas y donde potentes reflectores de colores iluminan y alegran la fachada de la Catedral.
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Atardecer desde su campanario. Foto Jucarob |
Al interior la Catedral tiene las tradicionales tres naves delimitadas por arcos de medio punto que congrega a los fieles cuando campanas anuncian la hora de la eucaristía.Ya sea desde el parque o desde su campanario nuestros sentidos quedan maravillados con todo lo que la naturaleza, la arquitectura y el paisaje nos ofrece desde este punto de la exótica Leticia.
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